Bitácora # 7:

Esta semana el panorama capital de la salud presentó la dinámica a la que nos tiene acostumbrados: falencias en el servicio, desfalcos de dinero, investigaciones por corrupción; sin embargo, también se resaltan obras de inversión a algunos hospitales e iniciativas distritales que dan una nueva cara al sistema, una cara que es incluyente y evita marginalizar la población de este derecho (la salud).

Asi pues a pesar de las iniciativas de inversión a hospitales en tecnología e infraestructura, seguimos presentando un panorama que al menos en nuestra realidad inmediata parece no cambiar: el sistema de salud y sus entidades promotoras del servicio como una fuente de lucro personal y uno de los mejores negocios para ciertas personas e instituciones. Esto inevitablemente nos pone en una situación bastante compleja pues como ciudadanos y usuarios de este sistema nos sentimos vulnerados en nuestro derecho a una salud de calidad y con garantías, esto anterior sin mencionar que en la totalidad de los integrantes de este grupo somos afiliados a alguna empresa promotora de salud, y por ende si en nuestro caso, donde supuestamente pagamos para que se nos garanticen ciertas prestaciones de salud notamos que hay deficiencias muy graves en las respectivas instituciones ( como demora en la atención, la asignación de citas, la calidad del servicio), se puede imaginar el lector la situación de aquellos que están sujetos al SISBEN u otros medios de afiliación.

No es justo para nosotros como ciudadanos que se sigan presentando casos de corrupción y abuso por parte de las entidades encargadas de los medicamentos, esta semana fue con la entidad mayorista Audifarma, que aprovechándose de la gran virosis de tos ocurrida en la capital, aproveche y suba el precio de sus medicamentos descaradamente, al parecer se demuestra la rentabilidad de este mercado el cual muy pocos manejan y por el contrario el abuso y mal manejo del mismo nos afecta a todos. La demanda de los medicamentos no puede volverse una excusa para pasar por encima de la gente, no solo por el típico (y con toda razón aceptable) argumento de que la salud es un derecho, sino que además, porque en este país la situación económica de la gente es cada vez más precaria y en términos generales los gastos entre la canasta familiar, aseo, transportes y estudio, entre otros, hace que la gente no tenga las condiciones para pagar medicamentos con descaro costosos. No es solo una demanda como estudiantes el reclamar una salud con garantía, ni tampoco es una incitación a una revuelta (como siempre tiende a tergiversarse), es una realidad que creemos nos llega todos los días en forma de noticias muy disimuladas, donde (y esta semana no fue la excepción) Saludcoop sigue presentando casos de mal manejo de dineros y hospitales como el San Rafael deben más de tres meses de sueldo a sus trabajadores ¿este es acaso el sistema de salud de los Colombianos?



REFERENCIAS




- Ministerio de la Salud, miércoles 2 de abril 2014




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- Salud Capital
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