Empleo comercial y sostenimiento de migrantes en la ciudad de Bogotá D.C
La
salida de campo se realizó en dos días, (viernes 16 y domingo 18 de septiembre)
la cual consistía en observa las ventas y la alternación entre los vendedores
ambulantes de la carrera 7 de Bogotá. El primer día no se obtuvo mucho que
observar debido a que era un día entre semana y no había gran presencia por
parte de los vendedores informales, pero a pesar de eso se evidencio un grupo
de mujeres indígenas que comerciaban con collares, al haber poco flujo de
capitalinos decidieron retirarse del lugar, durante del tiempo que estuvieron
exhibiendo sus artesanías y las personas que cruzaban por el lugar las
ignoraban. Por otro lado, al medio día se encontró un dúo de música andina,
interpretando distintos instrumentos lo cual generaba que los peatones que se
detuvieran para escucharlos, una vez terminaban de interpretar los instrumentos
ofrecían cd’s con su música.
El
segundo día se observación se pudo apreciar mayor presencia de vendedores ambulantes
ya que era domingo y había ciclovía. El primer objeto de estudio fue un grupo
musical de afros, estaba conformado por 3 hombres y 2 mujeres. Mientras ellos
hacia su presentación las personas que iban por la ciclovía se detenían para
escuchar y brindar alguna ayuda economía, más tarde se encontró otro grupo
musical compuesto por 1 turco 5 bogotanos gitanos, tocado música fusión,
combinando la música turca con la cumbia colombiana, igualmente las personas se
detenían para escucharlos y para obsequiarles dinero. También vendedores
ambulantes de alimentos como fue el caso de una familia afro (una mujer, un
hombre y dos niños) quienes vendían masmelos o también un señor también afro
que vendía arequipe, ellos a diferencia de los grupos musicales no tenían
atención por parte de las personas ya que cruzaban sin mirarlos, tampoco los
apoyan monetariamente. Luego observamos a otro hombre afro que vendía zapatos,
él a diferencia de los otros vendedores observados antes, tenía mayor atención
por parte las personas que caminaban por la séptima y en varias ocasiones le
compararon zapatos.
Lo
que llevó a concluir, de acuerdo a lo observado y lo expuesto en medios de
comunicación, que los grupos Étnicos en la ciudad de Bogotá participan de
manera activa dentro de sus círculos sociales autóctonos, pero a la hora de
relacionarse con los demás ciudadanos, frecuentan actividades de acuerdo a sus
necesidades básicas, en este caso la venta de productos ya sea físicos como
artesanías, libros, comida etc., o elementos que vienen desde su talento, como
la música, la danza, el folclor, lo que permite realzar la manera en la que la
población capitalina “reconoce” a las comunidades “externas” a ellos, y cómo
estos grupos étnicos pertenecientes al gremio comercial, bien sea vendedores
ambulantes o expositores de sus conocimientos, ven a los ciudadanos. Esto en un
sentido de reciprocidad, es un aporte tanto al sostenimiento de las comunidades
a la capital como también al reconocimiento de conocimientos ancestrales y de
la misma manera el aporte a una sociedad más influyente. Lo que dejaría ver el
poco apoyo del gobierno y de las políticas al hablar de sostenimiento ya que
son grupos emigrantes que se asientan en la capital para lograr tener mejores
condiciones de vida.
Otra
conclusión plena fue la evidente falta de cumplimiento del gobierno capitalino
frente a la re ubicación de todos aquellos vendedores que no poseen un puesto
meramente establecido. No hay presencia alguna del apoyo gubernamental de
carácter económico, reconocimiento de costumbres e identidad cultural y
constante apoyo de integración a la sociedad bogotana. Esto genera en gran
número de casos, desplazamientos forzosos, por los escases de posibilidad de
subsistencia en una ciudad que según los grupos étnicos absorbe a todo aquel
que es diferente en su identidad como individuo, grupo y cultura.
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