¡Los pueblos se levantan nuevamente con esperanza!
Tal vez sea paradójico pensar que el silencio sea la representación de las voces que por tanto tiempo han sido calladas y llevadas a la subordinación sin embargo ¿por qué no? Si para ser escuchados hay que callar así será, si hay que encender las luces y caminar para ser reconocidos y demostrar la presencia y el poder se hará pues no cabe la posibilidad de desistir frente al país y mucho menos frente al odio o el rencor que se genera tras las desigualdades o diferencias supuestamente planteadas puesto que en realidad la estratificación de las realidades se da a partir de luchas meramente políticas con fines económicas mientras el pueblo se divide aunque el fin y el objetivo sea el mismo.
La esperanza de una Colombia en paz para nuestros descendientes Fotografía tomada por Esteban Vega La-Rotta. Semana |
Es increíble el desarrollo que se ha generado en cuanto a pensamiento crítico y reconocimiento de las realidades que vive el país y más si viene de parte de jóvenes constructores de paz en busca de esa transformación tan anhelada que merece este país, por lo tanto, permite ver la influencia educativa y no la “revolucionaria” como tildan algunos, sin embargo ¿Qué tiene de malo la revolución? Este no es también un mecanismo de planteamiento de problemas, y es más hasta de educación, por lo que es notoria la contribución de los estamentos gubernamentales en la construcción y reconocimiento de los derechos más valederos e importantes para el engrandecimiento de esta sociedad. No se puede dejar de lado que dentro de las dinámicas que tiene la capital y la coyuntura que se está atravesando y la venidera el reconocimiento de los derechos tanto constitucionales como humanos puesto que se han utilizado mecanismos para la defensa y para la participación ciudadana.
Un nuevo aliento de lucha por nuestros hermanos caídos y desaparecidos Fotografía tomada por Álvaro Tavera. Semana |
Comentarios
Publicar un comentario