Bitácora Z


En Bogotá hay sobre-población debido al crecimiento demográfico y a consecuencias mayores como la infraestructura y las migraciones que consecutivamente ha tenido la ciudad. Ante esto se torna problemático, porque el territorio no se puede expandir (es decir que no se puede utilizar más del territorio ya usado) y al mismo tiempo debe albergarse más gente. Problemas como la congestión vehicular; saturación en sistemas de transportes, en sistemas de salud, en sistemas de educación; criminalidad en distintos sectores de la ciudad; invasión de zonas veredales; poca participación de poblaciones o grupos étnicos en la política de la ciudad… muestran una parte importante de lo que se vive en la ciudad.

No obstante, se ha visto como campesinos han migrado para Bogotá por oportunidades económicas y por ende una buena solvencia de trabajo, empero, los habitantes de municipios aledaños o simplemente de otros países como Venezuela se han dejado “creer el cuento” como muchos lo llaman. Se sabe muy bien que en la ciudad tendría mejores condiciones comerciales, mejores condiciones de empleo y por ende mejor subsistencia económica, sin embargo, es tan alto el crecimiento demográfico que existe en la ciudad que se torna un poco ardua la idea de ofrecer y brindarles trabajo a todas las personas que escogen a Bogotá como su nuevo hábitat.

Sin embargo, como se nombró en bitácoras pasadas, el Estado le ha brindado nuevas oportunidades de empleo a grupos étnicos, en este caso los campesinos y diversas comunidades indígenas, este flujo económico no alteraría en ningún sentido la economía de la ciudad, al contrario, es una oportunidad tanto para ellos y una beneficencia para la demás población. 

Por otra parte, se ve que, en el trabajo sexual, el cual a lo largo del tiempo y por varias luchas de mujeres y hombres se ha vuelto legal en toda Colombia, sin importar la discriminación que puedan generar hacia las y los trabajadores sexuales, la lucha sigue en pie. Empero, se han presentado varias problemáticas, debido a que el trabajo sexual solo es legal para los habitantes de Colombia e ilegal para los extranjeros que vienen a beneficiarse de este. A partir de esto, se tuvo en cuenta que la trata de blancas se presenta más a menudo desde países como Venezuela en donde éstas personas migran ilegalmente hacia Colombia. Este dilema sigue generando disputas en el Estado, puesto que aún más se genera un crecimiento demográfico.

Se piensa que, si hubiera mayor información, respecto a las poblaciones que llegan a la ciudad, los problemas que conlleva el crecimiento demográfico se verían contrarrestados, debido a que muchas de estas problemáticas surgen por no haber integración con estas poblaciones. Esta falta de integración es debido a, principalmente, que existen prejuicios o pre-concepciones sobre las mismas. Si la gente fuese consciente de que existen, por ejemplo, 12 cabildos indígenas que llevan procesos de participación en la política de la ciudad o que el trabajo sexual es legal en Colombia, habría una actitud diferente, habría una mayor aceptación e integración entre las distintas poblaciones que habitan la ciudad.

Sin embargo, la ciudad de Bogotá y los habitantes de ella desconocen y se desprenden de la realidad conjunta que podemos a simple vista observar y por ende analizar, no es simplemente dejarse llevar de cierto tipo de información ingerida por medios de comunicación, que solo tergiversan las opiniones y hacen que los receptores adquieran una información errónea, es ir más allá, buscar otros medios, analizar más el contexto en el que estamos viviendo y por último no dejar las cosas así.

Presentado por: Dania Cabrera, Cristian Sánchez, Gisseth Arévalo y Karen Alfaro



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