Recopilación sobre la problemática de San Victorino y la entrada de comercio chino al sector
La economía china ha resultado ser una de las más grandes, contando con
una gran eficacia a la hora de globalizarse por el mundo, pues es tan así, que
en la última década se ha apoderado de los mercados latinoamericanos, teniendo
una gran influencia sobre el desarrollo de este territorio en general. Uno de
estos casos resulta ser Colombia, región que, a pesar de ser muy productiva,
carece de una internacionalización de su mercado y que por tanto ha recurrido a
firmar varios tratados que le brinden una ayuda en cuanto a esto.
La tradición china, ha llegado con una fuerza increíble a posesionarse
en este territorio, pues su forma de manejar la economía en cuanto a precios, y
productos ha resultado ser más estratégica y atractiva para los habitantes de
Colombia teniendo un impacto en tanto, positivo para los diferentes
departamentos; sin embargo, no son solo cosas buenas, en sectores de la capital
(Bogotá) como San Victorino las quejas por parte de comerciantes no paran.
Teniendo en cuenta la información anterior y la problemática tratada
durante el semestre correspondiente al tema de migración, población y grupos
étnicos, en la cual tratamos la situación que afronta el comercio del sector de
San Victorino en Bogotá debido a la llegada de mercancía china al país y a esta
zona, es preciso realizar una síntesis de las noticias recaudadas sobre esta
temática con su respectivo análisis, y de esta forma contextualizar lo que está
ocurriendo alrededor de esta coyuntura.
Ahora bien, San Victorino es el corazón del comercio en Bogotá, este
barrio es el epicentro de las ventas mayoristas de productos de moda. Ubicado a
pocos metros de la Casa de Nariño y de la Alcaldía Mayor de Bogotá, San
Victorino tiene sus orígenes en la época de la colonia, cuando se estableció
como punto obligatorio para salir de la ciudad con rumbo al municipio de Honda,
ubicado en torno al cauce del Río Magdalena, principal vía fluvial de Colombia,
y por donde llegaba la mercancía proveniente de los puertos de Santa Marta y
Cartagena, que recibían grandes cantidades de productos como telas originarias
de Europa y Oriente. A finales de los años noventa, el entonces alcalde de
Bogotá, Enrique Peñalosa decidió emprender un ambicioso plan de urbanismo, que
buscaba transformar varios espacios de la ciudad. San Victorino fue una de las
zonas escogidas para emprender un cambio de imagen.
Ahondando en la situación a tratar, desde el 2016 hasta hoy en día, se
ha evidenciado un incremento en la entrada de productos extranjeros,
específicamente de China, al comercio de Bogotá, precisamente en el sector de
San Victorino, afectando de esta manera gran parte de las ventas de los
comerciantes de esta zona debido a los bajos precios con los que son
introducidas estas mercancías en comparación con los productos nacionales.
Esta situación ha generado malestar dentro de la población de
comerciantes de la zona de San Victorino, propiciando de esta forma marchas y
protestas en pro de la expulsión de esta invasión china de las calles de
Bogotá, sin embargo, estas manifestaciones no han dado un resultado
satisfactorio dado a que el Estado colombiano no considera que la entrada de productos
chinos al comercio de Bogotá sea una competencia desleal como lo aseguran los
trabajadores del sector, puesto que cuando un extranjero ingresa mercancía al
país se considera que los precios de venta de los objetos son de acuerdo a los
impuestos de importación, generando de esta forma una competencia en igualdad
de condiciones.
No obstante, a
pesar de que en el gremio de comerciantes bogotanos consideran que los
almacenes y los habitantes de dicho territorio asiático asentados en Colombia,
que se dedican a vender productos provenientes de china, a menor precio,
ocasionan un desequilibrio en la economía, la competencia no resulta desleal,
pues el método de ventas que manejan es diferente al nuestro, cosa que se debe
entender y contextualizar, buscando diversas maneras de enfrentar el problema.
Para mitigar la
problemática presentada se habla de realizar un ajuste a los precios de los productos
asiáticos, lo cual produciría una economía más justa y viable para ambos. Sin
embargo, esto aún no se ha ejecutado y se ve poco interés por parte del
Gobierno colombiano de realizarlo.
Juntamente con esto
se ha intentado promulgar y difundir el respeto a la diferencia y la sana
competencia, que son los dos aspectos que deben regir el comercio en zonas como
San Victorino, logrando que la sociedad, encuentre la variedad necesaria y
conveniente para su propia economía.
Por otro lado, es
pertinente tomar en consideración lo que opinan los migrantes chinos de las
circunstancias por las que atraviesan a raíz de la entrada de sus mercancías a
Colombia. Por tanto, para la comunidad china en cierto modo ha sido complejo
adaptarse a este país extranjero para ellos, dado a la fuerte política de
migración, la falta de seguridad y la posible xenofobia hacia estos individuos,
sin embargo, esta población china asegura que Colombia es un país objetivo para
crear empresa y ampliar sus negocios, siendo esto un punto a favor para
mantener su estancia en este territorio latinoamericano.
Complementando la
información anterior, los chinos aseguran que buscan aumentar los miembros de
su población para constituir una unidad nacional hasta el punto de fundar un
barrio chino, dado que en Colombia el número de habitantes de su país hasta
ahora se aproxima a 28.000 personas, cifra que ellos consideran bastante
reducida en comparación con otros países latinoamericanos, y esta cantidad de
personas no es suficiente para lograr su objetivo, así que por ahora solo están
pensando en un futuro próximo en construir un centro comercial chino que los fortalezca
como grupo.
Desviándonos un poco
del tema de la entrada de comercio chino al sector de San Victorino y la
influencia que esta situación tiene sobre esta zona, se quiere manifestar
que sumándole un agravante a la problemática presentada, aparece el tráfico
ilegal en este lugar, el cual es generado por otras bandas o carteles que
realizan contrabando de cocaína y con eso venden los productos y los manipulan,
ocasionando que al entrar tales productos dentro del país se comercialicen a
costos realmente muy bajos dado a que entran como si fueran importados desde
países que poseen una relación con el tratado de libre comercio con Colombia.
De esta manera, en Colombia están aumentando las investigaciones frente al
lavado de activos, enriquecimiento ilícito y contrabando, a partir de los
hallazgos en sectores de comercio en la ciudad de Bogotá, por ejemplo, San
Victorino, teniendo en cuenta que este factor está impactando gravemente en la
población nacional, causando grandes pérdidas económicas para los comerciantes
nacionales, al igual que el incremento del desempleo.
Haciendo una síntesis
de lo hablado durante el texto, podemos decir que la problemática ha tomado un
rumbo donde no se encuentra salida, y a pesar de que la unión de los
comerciantes de esta zona ha intentado solucionar, la alcaldía no ha prestado
la atención necesaria impidiendo que se llegue a un acuerdo respecto a las
cifras que deben ser más equitativas respecto a los precios manejados.
Por otra parte, el curso de contextos y coyunturas debido a su
metodología permitía seguir una investigación rigurosa sobre un tema en
específico, el cual fuera de nuestro interés, en este caso según nuestra línea
poblaciones, migración y etnias, nos pareció importante desarrollar una
investigación sobre un tema que es muy poco analizado y es la migración china,
de esta manera logramos aprender y conocer de una nueva problemática, también
por los constantes registros de trabajos que se debían realizar para cada
clase, sin embargo, esto de algún modo afectó en el interés por la materia,
puesto que al haber suficientes actividades por realizar, de acuerdo a cuestión
de tiempo era más complejo hacer detalladamente cada una de las actividades, no
obstante, como grupo logramos hacer un buen trabajo frente a lo que proponía la
clase de contextos y coyunturas. Asimismo, las diferentes charlas por
académicos fueron muy interesantes y lograron proporcionar bastante información
para muchos de nosotros, que, aunque vivimos en la ciudad de Bogotá y nacimos
acá, no teníamos clara la historia de cómo se fundó o porqué se dan
determinadas dinámicas en la ciudad.
Era necesario acudir a todas las sesiones para así lograr entretejer
toda la información, tanto la que indagamos como las explicaciones de clase,
para finalmente tener claro a qué se refiere el nombre de la clase, partimos
que, coyuntura es un hecho o una ruptura que sucede en un determinado contexto
y esto trae unas consecuencias después en el lugar donde se haya
presentado la coyuntura, en nuestro caso, la coyuntura fue la llegada constante
del comercio chino en el sector de San Victorino y cómo esto afectó en la
economía de los comerciantes nacionales, a partir de ello comprendimos el
porqué de las acciones de los comerciantes de la zona, al igual que nos indagamos
diferentes preguntas y planteamos soluciones posibles a la problemática de
acuerdo a lo que investigábamos y entendíamos, de lo cual aprendimos que para
entender un hecho que esté sucediendo en el momento es indispensable y
obligatorio informarse por varias fuentes para tener no solo una versión sino
las de todas las partes, de este modo no caer en sesgos o simplemente
tergiversar la información, dejando de ser objetivos; por el contrario debemos
realizar investigaciones rigurosas del tema y objetivo que se está estudiando,
lo cual planteaba la clase y por medio de cada bitácora logramos interpretar
las noticias y plantear nuestra postura frente a cada posición. Por último, una
sugerencia a la clase de contextos es mejorar la organización de las sesiones, explicando
de manera adecuada lo que se requiere para la siguiente sesión y con más
tiempo, puesto que permite entregar un mejor producto en los trabajos.
En conclusión, podemos decir que el grupo funciono totalmente puesto que
todos aportamos para tener un trabajo concreto, informativo y argumentativo
sobre la situación por la que están pasado los comerciantes colombianos, la única
problemática que tuvimos fue la poca participación por parte de los
comerciantes chinos que en ningún momento dejaron que les hiciéramos un tipo de
encuesta o algo por el estilo, pero aparte de eso no tuvimos ninguna otra complicaron.
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