BITÁCORA 0 2020-2


El pueblo Emberá, ancestralmente se encuentra ubicado en los departamentos de Antioquia, Chocó, Valle del Cauca, Risaralda, Quindío, el cual, se encuentra subdividido en Emberá Dovida, Emberá Chami y Emberá Katio, poseedores de una cultura caracterizada por su cosmovisión, lengua propia y prácticas como la caza, la pesca y trabajos de artesanía.

Desde hace más de una década, el recrudecimiento de la violencia fruto del conflicto armado, la indiferencia estatal, presencia de empresas de minería, fumigaciones aéreas, entre otras condiciones, han conllevado al masivo desplazamiento de estas comunidades, en especial las comunidades Emberá Katio y Emberá Chami, a ciudades como Bogotá, a la que llegan hombres, mujeres, niños y niñas para habitar en condiciones de pobreza absoluta. Gran mayoría de ellos reside en sectores como La Favorita, Santa fe, Voto nacional, San Bernardo, Cruces y Santa Barbara, sectores que se caracterizan por ser zonas con desarrollo de actividades como la prostitución, venta y consumo de sustancias psicoactivas, delincuencia común entre otras acciones que afectan e influyen en la población infantil y juvenil indígena.

Foto: Luna Vera

De acuerdo al informe de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento – CODHES – presentado a la Corte Constitucional en 2011, las familias que se asientan en estos barrios viven en casas antiguas, en habitaciones por las que pagan diariamente entre 8 y 12 mil pesos de alquiler. A 2019 se habla de 30 mil pesos.

Citando un informe de estudiantes de Pediatría de la Universidad Nacional, CODHES da cuenta que las viviendas están expuestas a la contaminación ambiental; el 26.9% carecen de agua potable y el 73% restante recibe agua del acueducto por un tubo madre y presentan serios problemas de salubridad (CODHES, 2011).

Recordemos que, la situación del pueblo Emberá, es una situación que lleva desarrollándose desde alrededor de los años 90, y que, por cuestiones de los planes de desarrollo del Estado, sus limitaciones y fallos especialmente de los acuerdos, ha sido y son, una problemática que aún aborda un tema de profunda preocupación sobre la recriminación y violación de los derechos humanos fundamentales, postergando el retorno de las comunidades Emberá a sus resguardos y por consiguiente a la macro organización del conflicto armado colombiano.

Uno de los casos de violencia indirecta de la población Emberá sucedió en la ciudad de Bogotá en el barrio la favorita de localidad de los mártires, donde un menor de edad murió por condiciones de insalubridad en el albergue que actualmente residían.

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