BITÁCORA 2 2020-2


En esta bitácora, se busca hacer un análisis de la coyuntura teniendo como referente al pueblo Emberá, lo que supone nuestra inserción con la realidad, por lo que, se procedió a observar la estructura social en movimiento, de la mano con las siguientes categorías:

  • Acontecimiento o hecho detonante:
El pueblo Embera Katio en Bogotá denuncia al Gobierno Nacional de Colombia la violación sistemática de sus derechos, en la medida que no ha cumplido en los tiempos convenido con las garantías de para el retorno y/o reubicación de gran parte de la población en condición de desplazamiento en Bogotá.

1. Exigimos una mesa de negociación compuesta por representantes de: Defensoría del Pueblo, unidad de víctimas (directora de reparación y director de gestión social humanitaria), procuraduría, líderes Embera: Katio, Chamí y mujeres (Olivia Charichá) elegidos POR LA COMUNIDAD como voceros y voceras, representante de la guardia indígena Jony (guardia mayor Bogotá), Nación Embera, ONIC, Gabriel Muyuy, senador Feliciano Valencia, Organización de derechos humanos PASOS, Secretaría de Planeación ONU, Personería.

2. Solicitamos los datos de censos realizados por las instituciones para apoyar el retorno en los últimos meses (agosto y septiembre), en caso de que no exista se solicita un nuevo censo.

3. Exigimos se revisen las denuncias, solicitudes, peticiones, entre otros, que se han radicado en las instituciones y no han tenido respuesta (se adjuntan copias de los radicados), apelando al derecho de igualdad en el que los documentos se nos deben responder en los tiempos habituales para todas y todos.

4. Exigimos se nos respete nuestro derecho al trabajo con artesanías, en condiciones dignas sin hostigamiento de la fuerza pública ya que es nuestro único medio de sustento.


Ahora bien, frente a la pandemia del Covid – 19, al menos 370 indígenas ocuparon un céntrico parque de Bogotá para pedir alimentos y vivienda, en el asentamiento, esta población resiste no solo la carencia de servicios básicos, vitales, como agua potable y energía, sino el riesgo latente de contraer covid-19. Pues, muchos de los indígenas no utilizan tapabocas por creencias culturales, tampoco es posible guardar distanciamiento social y no pueden lavarse frecuentemente las manos.


  • Escenarios:
Estas comunidades indígenas han residido en diferentes partes de la Bogotá, principalmente al sur y centro de la ciudad, en localidades como Ciudad Bolívar, La Candelaria, Santa Fe, entre otras, en paga diarios, albergues o cambuches. Su sustento provenía de las ayudas brindadas por el Distrito, como de la propia venta de artesanías o la mendicidad en las diferentes calles y sistemas de transporte como el Transmilenio. No son exentos de ser víctimas de acoso, discriminación, desalojos y amenazas por parte de la ciudadanía.

A principio de la pandemia (en los meses de marzo, abril) la comunidad indígena estaba ubicada en cambuches en una cancha de la localidad de Ciudad Bolívar, con el fin captar la atención del Distrito, pero dado los incumplimientos de los acuerdos pactados el 16 de abril alrededor de 360 indígenas emberá se trasladaron al Parque Tercer milenio ubicado en el centro de la ciudad para protestar en base al incumplimiento de lo pactado. Desde julio, alrededor de 450 indígenas emberá dentro de ellos niños, bebes, mujeres en embarazo, adultos mayores han llegado a este parque en el centro de la ciudad, viviendo en cambuches hechos con plásticos negros, cuerdas, palos y ladrillos sujetándolos en los postes y rejas del parque.


  • Actores:
En Bogotá, las primeras instituciones que los atendieron fueron la Unidad de Víctimas, que los acreditó como víctimas del conflicto armado, y la Alta Consejería para los Derechos Humanos, que destinó recursos para pagarles dos meses de arriendo. Además, dos líderes de la comunidad le pidieron a esta última entidad que el derecho a la educación de los niños y adolescentes indígenas recién llegados a la ciudad fuera garantizado, pero se presentaron los primeros casos de covid-19 en Bogotá y la petición no fue cumplida. Los meses pagos de arriendo pasaron, las familias empezaron a quedarse sin dinero y a principios de abril centenares de indígenas fueron desalojados de los paga diarios donde residían en la localidad de Santa Fe.

La Subdirección de Asuntos Étnicos, La Personería Distrital, la Alta Consejería para los Derechos de las Victimas, la Paz y la Reconciliación, el ICBF, la Secretaría Distrital de salud, el IDIGER, Policía de Infancia y Adolescencia, y el Ministerio del Interior son unos de los muchos actores que han podido intervenir con la problemática que presenta hoy día el pueblo Emberá en Bogotá. 

  • Relación de fuerzas:

Las relaciones pueden ser de enfrentamiento, coexistencia, cooperación. En esta coyuntura, se enfatiza en las diferencias entre la concepción de medicina tradicional, salud-enfermedad y sanación y curación que tiene la mayor parte de la ciudadanía bogotana frente a la del pueblo Emberá. Los Emberá recurren como a la medicina tradicional dentro de sus comunidades, donde tienen a su propio jaibaná o chaman que es el encargado de curar sus dolores, ya sea del cuerpo o del alma. Los jaibaná son tradicionalmente hombres mayores que controlan las esencias y entablan relaciones con los tres niveles de mundos: el humano, el jay o de espíritus, el mundo de las almas y los seres primordiales.


Sin embargo, la medicina ancestral podría no ser suficiente escudo ante el riesgo de una pandemia, ya que la (ONIC) ha reportado a 11.271 indígenas colombianos contagiados los cuales el 185 son pertenecientes al pueblo Emberá Katio y Emberá Chamí. Además. Por otra parte, a nivel nacional la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia) puso en marcha un plan para poder respaldar los derechos de las comunidades, implementando lineamientos propios de aislamiento y retiro como una forma de unidad para sus comunidades e igualmente preservar el vínculo con su entorno sin la necesidad de perturbar ni alterar estos grupos para no ser forzados a movilizarse.

Lo anterior, teniendo en cuenta indicaciones principales para articular la integridad del pueblo en lo que lleva de aislamiento preventivo siendo estas:

“Fortalecimiento de la organización política y el control territorial; garantías de soberanía y autonomía alimentaria; fortalecimiento de procesos espirituales y ancestrales; manejo y uso de plantas medicinales; y el empleo y fomento de círculos de la palabra al interior de la familia”. (Murcia M, Otàlvaro E. 2020)


  • Articulación con la estructura:
Ya conociendo los acontecimientos y la acción desarrollada por los actores, se debe reconocer que ellos tienen relación con la historia, con el pasado, con las relaciones sociales, establecidas a lo largo de un proceso más prolongado. El principal motivo de migración, del pueblo Emberá Katio y Emberá Chamí (desplazado de Chocó y Risaralda) se debe al conflicto armado, al igual que la presencia de empresas mineras ilegales, sin embargo, se han tenido que enfrentar a diferentes circunstancias de abusos y ser un punto de explotación, muerte de muchos de sus familiares y amenazas.

A raíz de esto, se vulnera directamente el derecho a una vivienda digna, además, por la actual situación de la pandemia, sus sustentos diarios que los suplían con artesanías, trabajos informales del día a día, han decaído en gran medida por la falta de demanda de sus artesanías y la falta de oportunidades para el trabajo informal.

“El reclutamiento forzado de niños, por parte de milicias ilegales los sacó corriendo de las montañas en el occidente de Colombia. Como desplazados, cerca de 370 indígenas de comunidades Emberá llegaron a Bogotá pidiendo ayuda al presidente Iván Duque. Según sus líderes, el gobierno les prometió ayudarles a pagar el arriendo de casas para sus familias. Pero hasta ahora la promesa no se ha cumplido.” FRANCE 24.


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